jueves, 10 de septiembre de 2009

Calles de otoño


Quiero recostarme junto al ventanal y ver los transeúntes pasar llevándose sus minutos, días y años.
Quiero imaginar el aroma de la brisa nocturna al observar las hojas mecerse sobre el árbol otoñal.
Quiero dibujar sueños en el asfalto de esta calle y así abandonar los pies para volar con alas sobre el suelo convertido en cielo.
Que los pájaros desvanezcan mi ventana y me inviten en su vuelo. Que las flores amarillas de los árboles acaricien mi rostro y dibujen una sonrisa. Que la luna con su luz que siembra milagros asome en el firmamento y te anuncie.
Quiero ilusionarme… Encontrar tus ojos entre la gente y que su azul profundo se refleje sobre mi senda de creaciones y pintes océano lo que una vez fue cielo. Que sus aguas calmen los rostros tensos de los caminantes.
Regalémosle ojos como los tuyos o alas como las mías para que perciban mi improvisada bóveda celeste… Y no se pierdan en la infinidad de tu océano.
A mi vida le urgen unos ojos como los tuyos, los tuyos, tus ojos…
Ángel, cuanto mas debo esperar que la luna esparza sus milagros sobre esta calle?
¿Cuánto mas me quedaré buscando el brillo de tus ojos mirando a través del ventanal mi pasaje de idílicas esperanzas?
Y es que a veces se me olvida que este no es tu mismo océano de asfalto, ni la avenida de tus infinitas distancias o el boulevard de tu sabiduría.
Ya no importa mi amor, que la multitud que atraviesa esta vía cada tarde no se lleve solamente sus años, sino también los míos, desvaneciendo el cielo y marchitando mi piel fugazmente como las efímeras mariposas que se esconden en las flores amarillas que amo. Porque por mucho que lo desee las ilusiones se caen y se disuelven como las hojas el viejo árbol vestido de otoño.
Mi cielo ya no es el mismo, apenas soporta el roce de mis pies y a mis alas se le extraviaron sus delicadas plumas.
El caso es que ya no encuentro la forma de hacer que el agua que nace en mis ojos encuentre tu océano. Como hacerte volver, como hacerte saber, si me faltan tus ojos y te faltan mis alas.


Brunik.

No hay comentarios:

Publicar un comentario